lunes, 9 de mayo de 2016

FRAGMENTO DE El Si de las Niñas

a.-Redacte un resumen del contenido del texto.
b.-A partir del texto, exponga su opinión de forma argumentada sobre la situación de la mujer en la sociedad actual. 



DOÑA FRANCISCA.- Haré lo que mi madre me manda, y me casaré con usted.

DON DIEGO.- ¿Y después, Paquita?

DOÑA FRANCISCA.- Después... y mientras me dure la vida, seré mujer de bien.

DON DIEGO.- Eso no lo puedo yo dudar... Pero si usted me considera como el que ha de ser hasta la muerte su compañero y su amigo, dígame usted, estos títulos ¿no me dan algún derecho para merecer de usted mayor confianza? ¿No he de lograr que usted me diga la causa de su dolor? Y no para satisfacer una impertinente curiosidad, sino para emplear método en su consuelo, en mejorar su suerte, en hacerla dichosa, si mi conato y mis diligencias pudiesen tanto.
DOÑA FRANCISCA.- ¡Dichas para mí!... Ya se acabaron.

DON DIEGO.- ¿Por qué?

DOÑA FRANCISCA.- Nunca diré por qué.

DON DIEGO.- Pero ¡qué obstinado, qué imprudente silencio!... Cuando usted misma debe presumir que no estoy ignorante de lo que hay.

DOÑA FRANCISCA.- Si usted lo ignora, señor don Diego, por Dios no finja que lo sabe; y si, en efecto, lo sabe usted, no me lo pregunte.

DON DIEGO.- Bien está. Una vez que no hay nada que decir, que esa aflicción y esas lágrimas son voluntarias, hoy llegaremos a Madrid, y dentro de ocho días será usted mi mujer.

DOÑA FRANCISCA.- Y daré gusto a mi madre.

DON DIEGO.- Y vivirá usted infeliz.

DOÑA FRANCISCA.- Ya lo sé.

DON DIEGO.- Ve aquí los frutos de la educación. Esto es lo que se llama criar bien a una niña: enseñarla a que desmienta y oculte las pasiones más inocentes con una pérfida disimulación. Las juzgan honestas luego que las ven instruidas en el arte de callar y mentir. Se obstinan en que el temperamento, la edad ni el genio no han de tener influencia alguna en sus inclinaciones, o en que su voluntad ha de torcerse al capricho de quien las gobierna. Todo se las permite, menos la sinceridad. Con tal que no digan lo que sienten, con tal que finjan aborrecer lo que más desean, con tal que se presten a pronunciar, cuando se lo manden, un sí perjuro, sacrílego, origen de tantos escándalos, ya están bien criadas, y se llama excelente educación la que inspira en ellas el temor, la astucia y el silencio de un esclavo.
Leandro Fernández de Moratín, El sí de las niñas

 Resumen del contenido
Don Diego intenta que doña Francisca le explique la causa de su tristeza, ésta se niega y don Diego lo achaca a la perversa educación impartida a las jóvenes de la época, que consiste en decir que si a todo lo que sus mayores les propongan, aunque con este consentimiento sean infieles a sus sentimientos y el futuro solo vaya a traerles infelicidad.

 A partir del texto, exponga su opinión de forma argumentada sobre la situación de la mujer en la sociedad actual.
Abordar un tema tan amplio como este en pocas líneas es algo imposible, porque la situación de la mujer no es la misma en las sociedades avanzadas como Europa, en los países en vías de desarrollo como India o China o en lugares de extrema pobreza como Somalia o el altiplano boliviano. Incluso dentro de estas sociedades hay grandes diferencias entre las mujeres según la capa social a la que se pertenezca.

Por eso esta exposición va a referirse a la situación de la mujer en los comienzos del nuevo milenio, en la sociedad occidental.

INTRODUCCIÓN:
A finales del siglo XVIII en Francia se dieron los primeros intentos de defensa de los derechos de las mujeres que terminaron con la Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana, hoy todavía vigentes.
En la segunda mitad del siglo XIX, algunos países como Australia y España, aunque brevemente en este último caso, reconocieron un tipo de sufragio femenino restringido. En el Reino Unido, las sufragistas llevaron a cabo un movimiento internacional, reformista social, económico y político que promovía la extensión del voto a las mujeres, aboliendo la diferencia de capacidad de votación por género. A lo largo del siglo XX el sufragio universal se fue imponiendo en la mayor parte del mundo occidental. En España se consiguió durante la Segunda República.

DESARROLLO:
La Asamblea General de Naciones Unidas en la segunda mitad del siglo XX hizo una solemne Declaración sobre la eliminación de la discriminación contra la mujer pues consideraba que a pesar de la Declaración Universal de Derechos Humanos, y otras cuantas declaraciones más, la discriminación en contra de la mujer no era cosa del pasado.
La Constitución Española de 1978 recuerda que "Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión".

A pesar detodas las leyes y declaraciones y dejando de lado situaciones como las de algunos países islámicos, en donde la mujer no tiene reconocido ninguno de los derechos fundamentales, es indudable que a principios del nuevo milenio existe, en muchas sociedades avanzadas una desigualdad en la vida cotidiana entre hombres y mujeres, que en la mayor parte de los casos, no está basada en ninguna ley.
En España la situación de la mujer en las últimas décadas ha cambiado mucho. Se ha pasado de la absoluta desigualdad, hasta la casi plena equiparación. Dos aspectos, sin embargo, quedan por resolver: la violencia doméstica, que produce centenares de muertes de mujeres al año y la conciliación de la vida laboral con la familiar, de tal manera que sea la pareja y no solo la mujer la que se encargue del cuidado de la casa y de los hijos. Así sería en el hogar en donde se darían las primeras y permanentes lecciones de igualdad con el otro sexo.

CONCLUSIÓN:
Con políticas sociales y la conciencia clara por parte de la sociedad de que la mejor forma de medir el avance de una sociedad es analizando la condición de las mujeres, se lograría una mayor participación de las mujeres en la vida social y política lo que llevaría a que se alcanzasen mayores cuotas de desarrollo y productividad.

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